La delgada línea entre coleccionismo y obsesión

Uno de los mayores problemas del Síndrome de Diógenes es que sus primeros síntomas pueden pasar inadvertidos, ya que ante los ojos inexpertos pueden parecer inofensivos. Coleccionar objetos es un pasatiempo socialmente aceptado y hasta es considerado como una habilidad. Pero ¿dónde trazar la línea entre ser coleccionista y padecer un trastorno obsesivo compulsivo? Hoy vamos a ver algunas de las principales diferencias y focos de atención cuando esta enfermedad comienza a manifestarse.

1. El coleccionista tiene un propósito definido

La principal diferencia entre alguien que está coleccionando y una persona que solo acumula objetos suele ser que el que colecciona es extremadamente selectivo, conoce lo que tiene y es muy meticuloso a la hora de organizarlos y guardarlos. El coleccionismo suele estar amparado por alguna temática. Por ejemplo: gente que colecciona objetos como libros, revistas o fotos de la II Guerra Mundial o un coleccionista de figuras de porcelana o cómics.

Siempre se puede encasillar en una categoría el objeto que se colecciona. Sin embargo, alguien con Síndrome de Diógenes lo hace sin ningún orden ni sentido, guardando todo lo que encuentra y dejándolo en el primer lugar que encuentre disponible en casa. En ciertos casos la acumulación compulsiva se puede dar con animales, lo que se conoce como Síndrome de Noé.

La delgada línea entre coleccionismo y obsesión

2. El coleccionista presume de su colección

Mientras que la persona coleccionista suele ser muy sociable y disfruta compartiendo y hablando sobre sus objetos con otros, el paciente de Síndrome de Diógenes se refugia en sus trastos y se vuelve antisocial, siente miedo a ser juzgado por lo que se aísla y poco a poco va perdiendo la autoestima, dejándose al abandono. El coleccionista está orgulloso de su colección y tenerla lo hace feliz.

3. El coleccionista suele ser ordenado

Su colección es su mayor tesoro por lo que un coleccionista tendrá claramente identificado lo que tiene, hará inventarios, pasará horas organizando su colección y encontrando la mejor forma de exhibirla o guardarla. Es muy fácil que un coleccionista se de cuenta de que algo le falta. Por otro lado, alguien con Síndrome de Diógenes es incapaz de identificar dónde están sus propias cosas y encontrar un objeto específico es como buscar una aguja en un pajar, ya que hay montañas y montañas de objetos que muchas veces impiden la circulación dentro de la propia vivienda.
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Estas son las principales diferencias entre un coleccionista y los síntomas del Síndrome de Diógenes más fáciles de identificar. Esta enfermedad puede ser tratada de forma más eficiente si se detecta a tiempo, sin embargo cuando llega a niveles altos, puede convertirse en un problema sanitario para la comunidad y en una constante amenaza de muerte para el afectado. En estos casos recomendamos buscar inmediatamente la ayuda de un psiquiatra especializado que aplique el tratamiento personalizado a la persona que padece Síndrome de Diógenes.
De igual forma, habrá que rehabilitar la vivienda y limpiarla para que sea nuevamente habitable. El equipo de Limpiezas Diógenes está especializado en este tipo de trabajos de retirada de trastos y limpieza a fondo, logrando que la casa sea habitable ya sea para poner la vivienda en alquiler o para que el paciente después del tratamiento empiece su vida desde cero. Para conocer más sobre nuestros servicios solicita online un presupuesto de limpiezas de Síndrome de Diógenes y te contactaremos enseguida.

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