Síndrome de Diógenes: un problema social

Según las cifras del Síndrome de Diógenes aproximadamente un 3% de la población de personas mayores a 65 años padecen esta enfermedad y la tendencia es que este porcentaje solo siga aumentando con el tiempo. Analizado de esta forma no parece un problema de gran volumen, sin embargo hay que considerar que los mayores de 65 años corresponden al 18% de la población española y en los próximos 20 años serán alrededor del 40%.

Una de las principales causas del Síndrome de Diógenes es el abandono, que sumado al deterioro natural de  la salud mental de una persona de la tercera edad, detona en esta enfermedad. Si bien la acumulación de objetos es el síntoma más evidente y perjudicial de los afectados por esta enfermedad, ésta es solo la punta de un gran iceberg de problemas de autoestima y falta de afecto que suelen sufrir los adultos mayores que han enviudado o que han sido abandonados por sus familiares.

Ya que la mayoría de casos se dan en este contexto, las personas que tendrán que manejar este problema son las de la comunidad donde resida el paciente, una comunidad de vecinos muchas veces desinformada y llena de prejuicios sobre el Síndrome de Diógenes.

Una de las preguntas más frecuentes alrededor de esta enfermedad es qué se debe hacer al tener un vecino con Síndrome de Diógenes y cuándo es responsabilidad del Ayuntamiento intervenir.

1. El primer paso que deben realizar los miembros de la comunidad es cerciorarse de que el problema al que se enfrentan se trata de un Diógenes. Para eso, hay que saber identificar los síntomas del Síndrome de Diógenes que muchas veces se ven camuflados en comportamientos socialmente aceptables. Además de la clara acumulación de objetos habrá que confirmar si la persona afectada sufre de depresión, problemas de autoestima, descuido o abandono de sí mismo y tiende a recluirse en casa sin ver a nadie. Si la mayoría de variables se cumplen es evidente que estamos ante un caso de esta enfermedad.
2. Una vez identificado y confirmado la condición de la persona afectada, se tendrá que determinar el nivel del Síndrome de Diógenes y la medida en que ésta afecta fuera del piso de la persona enferma. Normalmente, la acumulación de trastos atrae plagas, malos olores y enfermedades y si la situación sale de control, todo esto puede extenderse hacia los vecinos más cercanos. Mientras el caos se mantenga puertas adentro, la responsabilidad será de quien habita la vivienda o sus familiares, pero cuando traspasa esta barrera se puede considerar un problema social en el que el Ayuntamiento puede intervenir.
3. Si tu vecino sufre de Síndrome de Diógenes y aunque los niveles no han escalado al punto de afectar al resto de la comunidad puede que te interese ayudarle, pero debes saber que hablar con una persona que tiene Síndrome de Diógenes no es fácil. Tienden a evitar la confrontación del problema o sencillamente no lo ven. Hacerles entrar en razón y pedir ayuda es algo difícil de conseguir incluso para familiares y especialistas. Por eso, te recomendamos que si tienes algún caso de esta enfermedad cercano acudas a un psicólogo que pueda darte las directrices o pasos a seguir. Lo ideal sería que contactes a sus familiares para que ellos puedan acompañar al paciente durante todo el proceso de recuperación.
4. Además del tratamiento psicológico que deberá llevar la persona afectada por el Síndrome de Diógenes, hay que considerar la restauración completa de la vivienda, ya que los trastos y suciedad acumulada pueden llegar a perjudicar su estructura y volverla inhabitable. Para este tipo de trabajos de limpiezas extremas puedes contar con  el equipo de Limpiezas de Diógenes, que cuenta con más de 10 años de experiencia. Vaciamos, limpiamos y desinfectamos la vivienda para que el paciente de Síndrome de Diógenes empiece su vida nuevamente. Si quieres conocer más sobre estos servicios o tienes alguna duda solicita un presupuesto de limpiezas de Síndrome de Diógenes y nuestro equipo contactará contigo para guiarte en el proceso.